jueves, 24 de enero de 2013

Gelio, Noches áticas, VII, 1.


“El mal… tiene una razón propia: porque también él nace, en cierto modo, según la razón de la naturaleza, y, por así decir, no nace sin utilidad para el todo: pues de otra manera no existirían los bienes. Crisipo dice en el libro IV de la Providencia: … no es posible en absoluto ser más rudo que éstos, los cuales creen que hubiesen podido existir los bienes, sin que, conjuntamente, existiesen también los males. Pues siendo los bienes contrarios a los males, es necesario que ambos opuestos se mantengan sostenidos recíprocamente como por mutuo y contrario esfuerzo: pues no se da contrario (por contrario que sea) sin el otro contrario.” (Gelio, Noches áticas, VII, 1)