viernes, 18 de enero de 2013

Formulación de la falacia naturalista.

En cada uno de los sistemas de moralidad con que hasta la fecha me he tropezado, he observado que invariablemente el autor procede, durante un cierto tiempo, razonando a la usanza ordinaria (estableciendo, por ejemplo, la existencia de Dios, o haciendo observaciones relativas a los asuntos humanos); pero, de pronto, me encuentro sorprendido al comprobar que, en lugar de la cópula ES que usualmente interviene en las proposiciones, ha dejado paso al verbo DEBE. El cambio es casi imperceptible, pero reviste, sin embargo la máxima importancia. Porque, dado que dicho DEBE expresa una relación de nuevo cuño, es menester tomar nota del mismo y explicarlo.

D. Hume: Tratado de la naturaleza humana.