viernes, 14 de junio de 2013

Los tres cerditos 2.0


Eran tres cerditos, el cerdito número uno, el cerdito número dos y el cerdito numero tres, estaban jugando en el parque, en los columpios, en el tobogan, viendo a los patos en el estanque, de pronto uno tuvo una idea, ¿por que no nos hacemos una casita?, ¡qué gran idea!, respondieron todos.
El cerdito número uno dijo; yo me haré una casita de hojas y ramas de árboles en el bosque y me compraré un perrito para que me haga compañía.
El cerdito número dos dijo: pues yo me haré una casita en la playa de arena, y me compraré una caña de pescar y estaré todo el día pescando y jugando.
El cerdito número tres dijo; pues a mí me gusta vivir en la ciudad, me comparé una casita de ladrillos, que tenga chimenea, me compararé un coche, iré todos los días a tomar café, leeré el periodico e iré a pasear al parque, así que iré a ver al señor lobo feroz que es el que vende las casitas.
Dicho y hecho los tres cerditos se hicieron una casita cada uno, y fueron muy felices durante un tiempo, pero cuando llegó el invierno, un día hizo mucho viento y llovía mucho, y la casita de hojas y ramas de árboles comenzó a lloverse y luego salió volando, entonces, el cerdito número uno se fué corriendo con su perrito a casa del cerdito número dos, que vivía en la playa, pero cuando llegaron, la casita de arena estaba completamente derretida con la lluvia y tuvieron que salir corriendo a la ciudad, donde vivía el cerdito número tres, cuando llegaron llamaron a la puerta y éste les abrió, les dijo que se secaran junto a la chimenea que la tenía encendida y luego les dió un bibi de leche calentita a cada uno, y estaban tan cansados que se les fueron cerrando los ojitos poquito a poco hasta quedarse completamente dormidos, y soñaron que estaban jugando en un prado verde, que lucía un sol radiante, que había mariposas, árboles, ovejas, vaquitas, entonces se tendieron en la hierba y jugaron a adivinar las nubes y estaban tan a gusto que volvieron a quedarse dormidos dentro del sueño.