domingo, 15 de junio de 2014

CONSERVACIÓN DE LA SUSTANCIA

CONSERVACIÓN DE LA SUSTANCIA

A lo largo de este curso y debido a esta asignatura he tenido varias conversaciones con Hugo a cuenta de esta asignatura y más concretamente de la conservación de la sustancia.

A principios del curso pude observar que el estadio en que se encontraba Hugo con respecto a este tema era el de no conservación, llegué a esta conclusión después de confeccionar junto a él dos bolitas de plastilina, digo junto a él porque hasta que no me dió el visto bueno de que eran iguales, de que en las dos bolitas había la misma cantidad de plastilina, no dí el siguiente paso, que consistía en aplastar una de las bolitas de plastilina y volver a hacer la pregunta:

José .- ¿Hugo dónde hay más cantidad de plastilina, en esta bolita o en esta?

Hugo .- aquí y aquí

Después de varios intentos se convenció o aceptó que las dos bolas eran iguales.

Aplasto una de las dos bolas.

José .- ¿Hugo dónde hay más plastilina ahora, en la bolita o en la torta?

Hugo .- en la bolita.

José .- ¿por qué?.

Hugo .- porque tú has aplastado ésta.

José .- Pero Hugo, si sólo he aplastado una bolita y tú antes me dijiste que las dos eran iguales, además podemos volver a hacer una bolita con la torta.

Vuelvo a hacer una bola con la torta de plastilina y le hago la misma pregunta, a lo que Hugo responde que ahora hay la misma cantidad de plastilina, compruebo que el concepto de reversibilidad no está en su entendimiento. Me sorprende la rapidez de sus respuestas.

Vuelvo a empezar haciendo dos bolas de plastilina iguales.

José .- ¿Hugo dónde hay más cantidad de plastilina, en esta bolita o en esta?

Hugo .- aquí y aquí

Hago la misma operación transformando una de las bolitas en un gusano, esta vez responde que hay más cantidad en el gusano, vuelvo a intentar explicarle la reversibilidad, seguidamente hago trocitos de una de las dos bolas de plastilina, esta vez responde que hay más cantidad en la bola, vuelvo a construir una bola con los trocitos de plastilina y le pregunto dónde hay más, veo que se aburre, lo dejo.

Hace unos días repito la operación esta vez con dos cuñas de queso que corto delante de él hasta que se convence de que son iguales. Ahora tiene los tres años y medio, a principios de curso sólo tenía tres años.

José .- ¿Hugo, dónde hay más queso aquí o aquí?

Hugo .- aquí hay más y aquí hay más.

Doblo una de las dos cuñas de queso por la mitad.

José .- ¿y ahora dónde hay más queso?

Hugo .- aquí (señalando la cuña entera).

José .- ¿por qué?

Hugo .- porque tú has doblado ese.

José .- ¿y ahora, cuál elegirías?

Hugo .- este (señalando la cuña de queso intacta).

José .- ¿por qué?

Hugo .- porque este tiene menos y este tiene mucho.

Uno los dos trozos de queso, formo de nuevo la cuña y le pregunto.

José .- Pero mira Hugo he unido los dos trozos y ahora son de nuevo iguales, ¿dónde hay más queso ahora?

Hugo .- en este y en este,

José .- ¿por qué Hugo?

Hugo .- porque aquí hay menos y aquí hay menos.

Ahora parece hay un indicio de que entiende el concepto de reversibilidad, pero sigue en el estadio de no conservación, sus respuestas siguen siendo rápidas y seguras, aunque se aburre pronto del juego. Al cabo de un par de días vuelvo a intentar la prueba de la plastilina, primero de la misma forma que al principio de curso y luego en otra ocasión cuando estamos sentados en el sofá con dibujos, constato de nuevo que se encuentra en el estadio de no conservación y de que no parece entender el concepto de reversibilidad.