domingo, 13 de octubre de 2013

Comentario de "Prólogo a un silencio mayor" de S. Kovadloff.

Después de haber estudiado a Wittgenstein debido a que forma parte del temario de la asignatura de Ética II en la que estoy matriculado, quisiera exponer otro punto de vista de ese silencio primordial de Kovadloff. Según Wittgenstein los límites del mundo son los límites del lenguaje, es decir el lenguaje describe el mundo, pero en el lenguaje tenemos dos tipos de proposiciones las que tienen sentido y las proposiciones tautológicas que son lógicas pero que no describen nada del mundo, es decir están fuera de él, por decirlo de otro modo no han encontrado una aplicación prática en la realidad, puede que algún dia la encuentren puede que no, hasta entonces no describen nada del mundo, están fuera de él y por tanto pueden ser consideradas más que falsas inútiles, por tanto de lo que no se puede dedir nada mejor callarse, para Wittgenstein todas las proposiciones éticas son tautológicas, es decir no añaden nada al mundo si lo hicieran sería cambiando el mismo, cambiando el mundo, "si pudiéramos escribir un libro omnisciente que describiese el mundo entero, ese libro no contendría nada de ética", por tanto de lo que no se puede hablar es mejor silenciar, personalmente entiendo por silencio esa meditación de lo místico, de lo que está fuera del mundo, ese arremeter contra los límites del lénguaje contra el mundo que es nuestra jaula, ese querer cambiar el mundo, aunque lo máximo que podamos hacer sea mostrar tautologías, ya nos estamos revelando.