Debes hacer lo que has
aprendido, y exigir por elIo dinero, vestidos y zapatos. De otra
forma, un pobre no logra tener dinero. ¿Qué sabes
hacer?
-Sé pensar.
Esperar. Ayunar. ¿Nada más?
-Nada más... Pues
sí, también sé hacer poesías. ¿Quieres
darme un beso por una poesía?
-Si me gusta la poesía,
sí.
-Tus versos son muy
bellos -exclamó Kamala-; si yo fuera rica te los pagaría
a precio de oro. Pero te será difícil ganar con versos
tanto dinero como el que tú necesitas. Pues necesitarás
mucho, si quieres ser amigo de Kamala.
-¡Cómo sabes
besar, Kamala! -balbució Siddharta.
-Sí, eso lo sé
hacer; por ello tampoco no me faltan vestidos, ni zapatos ni
pulseras, ni otras cosas bonitas. ¿Pero qué será
de ti? ¿No sabes otra cosa que pensar, ayunar y hacer poesías?
Siddharta replicó:
-Ayer te conté que
sé pensar, esperar y ayunar, y tú encontraste que todo
ello no servía para nada. Sin embargo, sirve para mucho.
Hermann Hesse
Siddharta